Nuestros estados modernos en teoría necesitan para su buen funcionamiento y perdurabilidad a dos brazos armados que son los encargados de mantener el orden por la fuerza en última instancia.
La policía, uno de ellos, se encarga de la seguridad y el orden internos, y el ejercito sirve para la defensa y la seguridad del peligro externo. Parece todo lindo y dicho por los defensores de la institucionalidad es perfecto.
Sin embargo, en el 90% de los casos no funciona tan así, y los ejércitos, lejos de ocuparse del enemigo externo, se ocupan de la perdurabilidad del sistema reinante, y aunque su responsabilidad en los papeles sea defender al pueblo del enemigo externo, lo que hacen es defender a “La Gente” del enemigo (interno o externo).
En América Latina se da la aparente paradoja de que el real enemigo externo, es amigo de La Gente, y por lo tanto, el ejercito es amigo del enemigo (muy extraño por cierto).
Y para complicar un poquito el panorama, se da el caso de que aun dentro del pueblo de un estado, nos encontramos con la enemistad dada por la explotación y la injusticia social que se presenta entre los trabajadores y los favorecidos, entonces se hace carne lo que aparentemente no podría ser, y es que el ejercito se enfrenta a un oponente con una designación que es contradictoria en si misma, esto es, el Enemigo Interno. Uno diría, si el enemigo es interno, no puede ser enemigo, y en el caso de haber diferencias entre los habitantes de un mismo país se decide por medio de cualquier otro órgano, incluso la policía, pero nunca el ejército que defiende al pueblo en su totalidad sin distinción.
Nuestros ejércitos tienen una tristísima historia de sometimiento, muerte y tortura ejercida sobre sus propios pueblos siguiendo el beneficio de las oligarquías agentes del enemigo externo.
En el blog El Magma vi el video de abajo, que demuestra que bien que nos cuidan los ejércitos que mantenemos y pagamos con nuestros impuestos, y para colmo me entere del armamentismo que se esta impulsando en Chile a favor de un cuerpo armado absolutamente reaccionario y entreguista que no dudaría un instante en someter cualquier atisbo de independencia nacional o de pelear por mercados dañando a países hermanos siempre a favor de la potencia de turno.
Ahora, si me pregunto de nuevo, paraqué sirve el ejercito; por lo menos hasta el momento y durante todo el siglo pasado, creo que es una herramienta mas del imperio para someter a las naciones del sur americano.
El ejercito es el verdadero enemigo del pueblo que se camufla con los colores de la patria.
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2 comentarios:
Interesante reflexión.
Gracias Luis.
Tanto tiempo, se te extrañaba.
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