miércoles, 19 de agosto de 2009

La ficción que supera a la realidad

Como no va a percibir un aumento en la pobreza si lee ese hermoso diario.
La verdad si uno se limitara a leer solo ese medio, demás propiedades del grupo, no podría más que pensar que el Apocalipsis no esta muy lejano y que Cristina es un agente del demonio Kirchner.
Realmente el argentino medio no es un gorilón, ni toda la clase media tiende a la derecha, sino que influyen absolutamente las mentiras del grupo Clarín y la campaña de desinformación que impulsan la mayoría de los grandes medios de comunicación.
Cómo explicar sino que la iglesia haya adoptado ahora un discurso tan parecido al del gobierno, pero contra el gobierno, con el tema de la pobreza.
Eso no podría tener el menor impacto social si no se hubiera destrozado todo tipo de llegada de la obra de gobierno a la gente.

Realmente, yo si tuviera en mi mente cosas como que el gobierno actual es el mas corrupto de la historia, que la presidenta se gasta el dinero de las retenciones en viajes y cirugías, que “los amigos de Kirchner” se están adueñando de absolutamente todo, que se esta destrozando el sistema productivo nacional, que la pobreza crece desmesuradamente, que todo lo que se diga desde la casa rozada es mentira, que la Argentina quedara en no mucho tiempo sin energía eléctrica, que aerolíneas es un negociado, que las jubilaciones son un negociado, que la televisación del futbol es un negociado, que los subsidios a los pequeños productores, que los subsidios a los tamberos, que esto, que lo otro….
La verdad no me quedaría otra que pretender la urgente caída de este nefasto gobierno, estorba a la gente bien que se gana con trabajo el sustento necesario (y algunos gustitos mas) para vivir.
Realmente es terrible, no tengo dudas que es una casualidad la que nos ha permitido dar cuenta de la mentira en la que se esta viviendo. En un país inventado, que aunque no se refleja en la realidad, se repite tanto tanto, que algo queda, y cada vez mas.
Vivimos en la ficción del trompetín, y su obra es palpable, tan palpable que de la etereidad propia de toda idea, poco a poco se va haciendo realidad, incluso mas realidad que la realidad misma.

Acá se puede ver como se guardan toneladas de soja en silos bolsa en la periferia de la ciudad de Río Cuarto. Qué mayor prueba del afán redistributivo de nuestras oligarquías.
Para que guardan todo eso. ¿Tanto confian en que van a lograr la quita de las retenciones?
Cómo pueden tener tanta seguridad de su éxito.

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2 comentarios:

Fede dijo...

al parecer la cuestion cornetin nos esta volviendo un poco recurrentes, no por nada, lei ya varios articulos de tematica similar y hasta escribi otro, pero digo, podriamos abordar otros temas no? ya me es un poco enfermizo machacarme la hijaeputez del corneta

El Quilla dijo...

Tenés razón Fede, lo que pasa es que este tema en particular resulta ser el punto central del problema nacional.
No es porque si que llame tanto la atención y se le ponga tanto énfasis. Recien ahora se nos presenta a los argentinos este problema en toda su evidencia, cosa que ni siquiera Perón había captado cuando decía, “el pueblo nunca se equivoca”, e incluso Maquiavelo, genio de la estrategia política, nunca pensó que pudiera suceder que se llegasen a crear verdades mas allá de la obra misma o del comportamiento del dirigente.
Mas allá de eso me doy cuenta que es algo reiterativo en la blogófera, y a veces cansa, pero no es por nada.
Saludos

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Nuestra oportunidad histórica

Se ve llegando al fin el hecho sin precedentes de la independencia latinoamericana, pues al fin seremos dueños de nuestra propia secundariedad, curados ante el tiempo próximo de toda afección aquileica y una hibris en las entrañas capaz de lograr en la humanidad un renacer sin precedentes que se hace necesario con urgencia ante el hedor de la podredumbre del geriátrico europeo donde los siglos de vanguardia han llegado manifiestamente a su fin. Ante la filosofía senil de la decadente civilización occidental se levanta el espíritu plenamente subjetivo y carnal de las tierras del sur. Miren la fortaleza de nuestros lazos interpersonales, observen el amor que aquí se profesa; No hay como aquí; Gentes hermosas, llenas de esperanzas, que precian sus vidas al punto de no comprender cosas del tipo “somos la nada en el mundo”, “nada tiene sentido”, pues aquí la salud y la juventud rebasan el alma. No tenemos aquí altísimos índices de suicidios, tenemos nuestra gente a la que amamos, y solo por ellos tiene sentido apagar nuestras vidas; Su individualismo, su sociedad disociada, fácilmente sucumbirá a la primera de nuestras embestidas, y hasta nos lo agradecerán.