La delincuencia es una protesta, es una reacción natural de las sociedades ante las diferencias sociales.
Esto es, la violencia callejera (a este tipo de delincuencia me estoy refiriendo), es lo que el dolor en el cuerpo. Nadie dirá que el dolor es algo bueno, todo lo contrario, sin embargo también todos estarían de acuerdo en que es algo necesario, que advierte de los problemas y que si uno se hiere es gracias al dolor que advierte el problema que se presenta.
Pero con la delincuencia, parece que no es tan evidente. Y entonces se propone la policía porteña, más número de vigilantes, más inversión en equipamiento, mas penas a los delincuentes y menor edad de imputabilidad, y todo ese tipo de cosas, que equivaldrían a tomarse todos los calmantes cuando nos quebramos o cuando nos cortamos, son las que nos dejan inertes en una situación de crisis permanente.
¿Y qué pretendemos?
Festival María Elena Walsh: "Estamos invitando a todos a celebrar la vida"
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Hace 1 hora
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