En los dichos de los últimos días del dirigente rural De Angeli, en los de Bioicati, en los de Buzzi cuando decía “nunca desabastecimos ni lo volveremos a hacer”, no nos encontramos con furcios provenientes de las particularidades personales de estos hombres.
Yo diría que todo lo contrario, cuando De Angeli dice
"Hay que juntar a los empleados en las estancias, subirlos a la camioneta y decirles quién hay que votar" y después hay todo un revuelo, lo que sucedió es que se dejó ver una manera de pensar la realidad que se corresponde, perfectamente, con la posición política del dirigente en un determinado grupo histórico-social.
Esta visión antropológica es muy antigua y sobre todo, estructural a la configuración social de nuestro país.
Cuando Mitre, fundador de
La Nación, mantenía al país en la injusticia de la guerra de la triple
alianza, es sabido, y esta documentado, que nutría las filas de los ejércitos con hombres pobres de las provincias, o sea peones de campo, atados de pies y manos. Igual se hacia con los gauchos en la conquista del desierto, y con los sectores populares de las grandes ciudades argentinas hasta hoy, en las votaciones. El peronismo (como estructura y no como reflejo de la política del general Perón), es tristemente celebre en esto último, de modo que figuras nefastas como Mendem, De Narvaez y De la Sota, han sabido ubicar los votos de los relegados, para fortalecer el mismo esquema que les prometen cambiar.
Es justamente este punto el más fundamental en el esquema globalizado de dominación.
Ya hemos dicho otras veces que el aceptarse como se es, o sea, un país latinoamericano,
igualmente valido que cualquier otro grupo humano que exista, es fundamental para lograr una independencia y la libertad tan añorada.
Cuando oímos este desprecio hacia estos obreros, descendientes de los habitantes originarios y mestizados con los colonizadores, estamos en presencia de una negación de la propia identidad. Y aunque el carismatico dirigente despues lo arregle diciendo que hay que decirles a quien No votar, igualmente se esta insistiendo en la minoría mental que se les achaca a los trabajadores.
Sin embargo estos sectores se identifican desde siempre con el nacionalismo.
En fin, nunca hay que olvidar que eso de decir los gringos del campo somos el país, es lo mismo que entendernos a nosotros mismos como una multiplicidad étnica en la cual hay algunos que estorban. De modo que agradeciendo que tengan derecho al voto, "Hay que juntar a los empleados en las estancias, subirlos a la camioneta y decirles quién hay que votar". Sin olvidar nunca que el PJ disidente y el PJ cordobés entre otros, están haciendo exactamente lo mismo. Y afirmaría que también lo hace el kirchnerismo si no fuera que entiendo que este voto subordinado se esta utilizando para solucionar estos mismos problemas que tanto mal han hecho a nuestra patria. Esto es, la igualdad de oportunidades para todos, sin distinción de género, raza, origen, entre otras miles, en las que mantengo mi optimismo sobre los logros que se vienen dando.
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