Hemos estado en el último tiempo frente a un punto de vista, que aunque siempre estuvo presente, nunca se había mostrado tan explícitamente y de un modo tan manifiesto. De lo que hablo es del problema étnico intrínseco a la estructura social argentina.
D´elía es un defensor del oficialismo y no cesa de aclararlo, pero muestra sus opiniones todo el tiempo, mas allá de que sean similares o no a las de arriba.
Lo llamativo de este hombre está en su énfasis puesto en su “Queremos morochos en las listas”, o “Odio a los blancos”. Y con respecto a la oligarquía, como no odiarla si se conocen sus actos en el transcurso de nuestra historia, como por ejemplo el pacto Roca- Runciman, y la promoción de todos los golpes de estado y matanzas.
Respecto a lo segundo, es notable que no se refiere a todos los blancos, sino a los racistas, pues como se explicaría de otro modo su apoyo incondicional a Kirchner (Hombre de ascendencia y patinómico germánicos).
El dirigente grita a viva voz, y por eso incomoda, un tema tabú para los argentinos, inclusive los intelectuales, y por con eso convulsiona a todos. Pues la división étnica no se encuentra casi en los análisis sociológicos, sino que solo aparece en su expresión mas baja. Y esto lo sabemos todos, porque nadie puede negar que a diario se escuchan por doquier expresiones como negro de m…, cabecita negra, grone, entre otras denominaciones fácilmente recordables.
De lo que está hablando D´elía cuando dice “queremos morochos”, lo que hace es reivindicar el estatus social tan denostado y la igualdad de todos mas allá del origen racial.
El mestizaje es demográficamente importantísimo en nuestro país (entre el 15 y el 20%), y sin embargo no es así en los cargos políticos, la distribución del ingreso, la educación, y en general en todos los demás ámbitos. Sin embargo pareciera que para los analistas de la realidad cotidiana, la unidad étnica de Argentina es algo que ni siquiera se discute, ya sea por acción u omisión, y es sabido que lo que se oculta no significa que deje de existir.
Por lo tanto hay que tomar conciencia de que el renacimiento del orgullo social de las etnias históricamente oprimidas y discriminadas que se ve de modo claro en el resto del continente latinoamericano, no puede tener como excepción a nuestro país.
Y porqué no aplicar como se hace con otros problemas sociales, una discriminación negativa, como la que estaría pretendiendo el líder de F.T.V.
Al fin de cuentas, ¿no será este problemita de identidad sobre quienes somos, y la negación de buena parte de nuestra identidad de nación la que no nos permite realizarnos como la patria que soñaron nuestros padres?
Será que los argentinos creemos que Latinoamérica es algo que esta afuera, y que como el ñandú que esconde la cabeza creemos que el peligro no existe por solo cerrar los ojos y esconder la cabeza.
Eso es cobardía. En mi opinión debemos escuchar al nuevo "Facundo del conurbano", y aceptar la realidad que nos contiene.
Latinoamérica se mueve en la dirección del reestablecimiento de su identidad perdida por la acción sistemática de todos los regimenes que han tenido el poder. Si no vemos la realidad que se viene, entonces esta nos embestirá como solo ella sabe hacerlo, y sin la compasión propia de los hombres, porque la historia es ciega y no contempla a quien aplasta.
El genocidio de
La barbarie que tanto combatimos no es sino nuestra propia identidad. Tan digna y tan estimable como la que mas. Nuestra identidad es la suma de nuestras etnias y de nuestra cultura e historia compartidas, y es para nuestro bien, aceptémoslo o seremos el ultimo escollo que pisara el devenir del tiempo.
Aquí un video que debe escucharse con cuidado porque esta dicho en un tono brioso, pero imaginesé en su situación a un judío hablando del racismo y de las matanzas que historicamente ha sufrido su pueblo y quizas pueda comprenderse mejor.
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