El Banco del Sur

Escribo esta entrada con el orgullo de saber que al fin han sido concretadas las últimas pinceladas a este proyecto histórico que constituye un paso fundamental, no sólo hacia la unión, sino también hacia la realización plena de la independencia de Latinoamérica.

En el discurso del video, recogido del día de la fundación hace ya dos años, se puede ver el brillante discurso dado por Rafael Correa. Algo impensado hace algún tiempo para cualquier presidente de nuestra América del Sur. Y mucho menos para un presidente ecuatoriano.

Este Banco del Sur permitirá no solo la auto financiación, con la consecuente autonomía sudamericana, sino que además permitirá adquirir paulatinamente la confianza necesaria para ir animándose a medidas cada vez más audaces en la búsqueda de la igualdad social y la mancomunión.

Medidas como ésta hacen a la vista del mundo, de nuestra región un lugar más importante y autónomo, con intereses propios y finalidades comunes; de tal modo la respetabilidad que se de a un país que solo se aferra a consejos de otros y es dependiente hasta de las ideas de sus “mayores”, no es el mismo que se pueda tener frente a uno ya autoasumido. Así es que mientras mas nos respetemos nosotros mismos, también los otros interpretaran nuestra frente en alto como signo de grandeza propia.

Hay que remarcar también el hecho de la igualdad que se ha dado en este nuevo organismo a los países miembros más allá del capital invertido por cada uno. Igualdad que más allá de no ser plena, marca una diferencia radical con los fondos internacionales existentes, que son totalmente manejados por los grandes de la economía y marginan a los países como los nuestros, que se limitan a obedecer y aceptar lo determinado por los otros.

Claro que esta noticia será ocultada, como lo fue la de la concreción de la UNASUR, por los medios voceros de las oligarquías parásitas que se han beneficiado históricamente del colonialismo económico y el hambre de sus propios hermanos, pero eso no implica que este hecho no haya sucedido y que a partir de la puesta en funcionamiento el 3 de Noviembre, de nuestro propio organismo de crédito macroeconómico, hayamos dado un paso decisivo que de modo inminente dará sus frutos.

De este modo quería dejar constancia aquí de tan relevante suceso al que seguramente se sumaran las naciones que aun no lo han hecho, pero que sin embargo adhieren a otras organizaciones comunes, al observar con que grande éxito podemos realizar nuestros anhelos a partir de iniciativas propias y soberanas como a la que nos hemos referido.