Argentina le da risa a Carrio
Eso es extraño, a uno le da risa algo supuestamente malo y desagradable si el sentimiento que lo domina es el odio, y eso por el simple hecho de que si uno es alguien que ama, lo malo, tanto como lo desagradable, lejos de dar risa, da pena y dolor.
Imaginesé la desgracia de un ser querido… Tal cosa nunca puede dar risa.
Ahora imaginesé que usted ve que su país esta sumido en la desgracia y que su clase dirigente esta corrupta hasta el punto de absorber a los aliados propios contra ese mal. (Cosa que le sucede a Carrio con Alfonsín). ¿Eso le daría risa?
Ahora bien, si cambiamos el enfoque y suponemos en la persona que expreso tal cosa un carácter dominado por el rencor y el odio, es mágico, todo cierra.
Y ahora si en esta perspectiva nos es posible entender como alguien puede regocijarse de augurar constantemente el mal sin el mas mínimo fundamento, como queriendo que todas esas calamidades realmente sean ciertas para después en medio del desastre general decir con una gran carcajada –Vieron ¡lo que yo les había advertido!
Yo no creo que su risa sea de esas risas sanas que se posan sobre el bien, porque es obvio que se ríe con sarcasmo, se ríe desde arriba, como viendo desde las cumbres del Olimpo como nos movemos los argentinos.
Seguro aparecerá quien diga -Vos mismo lo has dicho, la señora no se rie del mal, solamente esta usando el sarcasmo…
Y bueno, esa persona no se da cuenta que el sarcasmo no se usa cuando nos referimos a algo que amamos. Es como decirle a un hijo –La verdad que tu comportamiento estúpido que te esta llevando a la perdición, me da risa. Jajaja
¡Pero no! A quien puede ocurrirselé decir semejante cosa.
Creo que con esta actitud es sumamente claro que es lo que quiere esta mujer, y que no es justamente el bien de su país lo que la empuja. Sino el gran odio hacia esa otra gran mujer que es la presidenta, a la cual nunca perdonara el enrostrarle la superioridad del peor modo que esta se pueda enrostrar, esto es, involuntariamente, con la fuerza de los simples hechos. Desde la ingenuidad.
Como explicar semejante su viraje ideológico, actitudes, estados depresivos, su insoportable rol de ave de mal agüero de la patria.
Eso es extraño, a uno le da risa algo supuestamente malo y desagradable si el sentimiento que lo domina es el odio, y eso por el simple hecho de que si uno es alguien que ama, lo malo, tanto como lo desagradable, lejos de dar risa, da pena y dolor.
Imaginesé la desgracia de un ser querido… Tal cosa nunca puede dar risa.
Ahora imaginesé que usted ve que su país esta sumido en la desgracia y que su clase dirigente esta corrupta hasta el punto de absorber a los aliados propios contra ese mal. (Cosa que le sucede a Carrio con Alfonsín). ¿Eso le daría risa?
Ahora bien, si cambiamos el enfoque y suponemos en la persona que expreso tal cosa un carácter dominado por el rencor y el odio, es mágico, todo cierra.
Y ahora si en esta perspectiva nos es posible entender como alguien puede regocijarse de augurar constantemente el mal sin el mas mínimo fundamento, como queriendo que todas esas calamidades realmente sean ciertas para después en medio del desastre general decir con una gran carcajada –Vieron ¡lo que yo les había advertido!
Yo no creo que su risa sea de esas risas sanas que se posan sobre el bien, porque es obvio que se ríe con sarcasmo, se ríe desde arriba, como viendo desde las cumbres del Olimpo como nos movemos los argentinos.
Seguro aparecerá quien diga -Vos mismo lo has dicho, la señora no se rie del mal, solamente esta usando el sarcasmo…
Y bueno, esa persona no se da cuenta que el sarcasmo no se usa cuando nos referimos a algo que amamos. Es como decirle a un hijo –La verdad que tu comportamiento estúpido que te esta llevando a la perdición, me da risa. Jajaja
¡Pero no! A quien puede ocurrirselé decir semejante cosa.
Creo que con esta actitud es sumamente claro que es lo que quiere esta mujer, y que no es justamente el bien de su país lo que la empuja. Sino el gran odio hacia esa otra gran mujer que es la presidenta, a la cual nunca perdonara el enrostrarle la superioridad del peor modo que esta se pueda enrostrar, esto es, involuntariamente, con la fuerza de los simples hechos. Desde la ingenuidad.
Como explicar semejante su viraje ideológico, actitudes, estados depresivos, su insoportable rol de ave de mal agüero de la patria.
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