El triunfo de Correa en Ecuador tiene una significación importantísima, puesto que luego de la terrible etapa de presidentes que entraban y salían como por un tubo, el actual vencedor reelecto logro remediar poco a poco la situación. Pero eso no es lo principal, ya que esto hace de su país uno de los polos de la vanguardia independentista de America Latina, cosa que no cesan de decir él ni sus aliados en la región.
Además, es en este momento, quizás mas que nunca, que se evidencia la división de America latina, que no es en tantos países de todos colores como figuran en el mapa, sino en dos sectores bien definidos y aliados entre si, como demuestra el asilo dado por Alan García al corrupto prófugo Manuel Rosales.
En este tiempo se hace fundamental el reconocimiento de esta situación, ya que de otro modo no sabríamos por donde nos conducimos. ¿No resulta llamativo a caso que a diferencia de otras épocas, las huelgas y protestas estén protagonizadas por los mas ricos y no por el “pueblo bajo” como dice la tradición? Será que este tercer estado (Frente al político y el económico, históricamente identificados) se ha percatado de que la lucha es el camino, y no el respeto a lo que se dispone desde arriba para provecho de unos pocos. Al fin se reivindican estas gentes, que son las grandes mayorias, y se imponen reconociendo de una vez que la publicidad, y los medios no hacen sino mentir y disfrazar para conservar el sistema de dominacion vigente.
Es que es difícil de entender que una nación como la latinoamericana no logre su unificación de una vez cuando todos los grandes hombres de su historia así lo han querido. San Martín, Bolívar, Artigas, Sucre, Belgrano, entre tantos otros.
Con el objeto de que esta entrada pueda leerse ágilmente no me extenderé mas, pero se deja abierto el debate.
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