Me acuerdo hace un par de años que leía las noticias de la deuda que Estados Unidos mantiene con China, que es en este momento superior al millón de millones de dólares (mas que el PBI total de la Argentina). Y me acuerdo que en ese momento me había llamado la atención que el país asiático amenazara al gigante americano con cambiar la divisa (vender los dólares) para así causarle un colapso en la economía.
Es decir, al cambiar masivamente los dólares por otras monedas, la depreciación del billete verde sería tan grande que haría tambalear el mercado norteamericano.
Yo miraba esa actitud como muy digna, de una potencia emergente como China, que se paraba frente a la única superpotencia del mundo y le ponía sus condiciones con la amenaza de hacerle daño a la economía.
Pero una noticia muy similar, aunque con distintos actores, me trajo de vuelta a la memoria esta clase de jugada político económica. Y me refiero a la lista de compradores de dólares (en la imagen adjunta-varios conocidos-) que se publicó, en la que figuran los artífices de una acción muy parecida pero llamativamente dada dentro de un país y para derrumbar la moneda propia. Suena raro pero no lo es tanto, de hecho, en nuestro país los grupos con capacidad de vender sus pesos en enormes cantidades han logrado la caída de mas de un gobierno constitucional, como los de Alfonsín y De la Rúa por ejemplo.
Zaiat había analizado esto hace unos días y decía que lo llamativo es que ni siquiera e había devaluado la moneda. Es interesante esto, porque obviamente se limito la compra de dólares, pero los que salieron a quejarse no fueron otros que los mismos protagonistas de la corrida, diciendo que las políticas económicas del gobierno nacional alentaban la depreciación del peso argentino, cuando dos días antes habían cambiado masivamente sus pesos para que suceda eso mismo.
Esto hay que saberlo, y por estos medios marginales ya que está bloqueado en los grupos monopolicos de prensa, porque las reservas están arriba de los 50.000 millones lo que truncaría cualquier incertidumbre sobre la apreciación del peso, pero los embates cipayos de argentinos contra la economía argentina (aclaro esto porque cuando lo hacen no perjudican al gobierno, sino al país en su conjunto, a nuestra calidad de vida, si, pero también nuestra independencia como nación, nuestros trabajos; nuestros viajes como tantos hacen notar) son de gente con un sentido social bastante egoísta y destructivo.
Una cosa es que dos potencias se amenacen entre sí de dañarse, pero otra muy distinta es que hagamos semejantes atropellos contra nuestros propios hermanos.